sábado, 18 de abril de 2015

14, 60, 100, 200, 1995, 5000, 8000, 400000... ¿SOLO CIFRAS, NO?


Muchas son las cifras que aparecen todos los días en todos los medios, números y números que no atendemos, que no escuchamos, solo oímos lo que nos atañe, lo que  nos afecta a nosotros mismos.
En 1995, en Las Patronas, pueblo del Estado de Veracruz, México, por el que pasa LA BESTIA, tren que recorre 8000km desde el sur hasta el norte del país, unas vecinas se sorprendieron con lo que estaban viendo y fueron a avisar a Norma. En esta ocasión el tren iba cargado en su parte superior de personas que gritaban “danos de comer”.
Así comenzó. Son 14 las Patronas que diariamente preparan 200 raciones de arroz, frijoles, pan y agua. Con su valentía, se acercan a las vías y tiran las bolsas para aliviar a los migrantes y demostrarles que no están solos, que les acompañan en el camino.
Cuando comenzaron hace ya 20 años observaron que en el tren viajaban chicos jóvenes, pocos años después también chicas de corta edad, actualmente, en ese tren, viajan familias completas que abandonan sus países persiguiendo un sueño, en busca de una oportunidad. Destino EEUU.
La Bestia en todo su recorrido se detiene en varias estaciones, hace años los migrantes no tenían que pagar por viajar en condiciones lamentables en este tren de mercancías tóxicas, ahora pagan 100$ por persona cada vez que la máquina se detiene.
No solo sufren estos abusos sino que también son extorsionados por pandillas que suben al tren, les roban y asaltan a las mujeres (ellas precavidas, antes de subir, ya se han inyectado “la vacuna anti-México” que les impide ovular en tres semanas) y si no tienen dinero los tiran del tren en marcha ocasionándoles la muerte o graves amputaciones.
Por esto son llamados criminales, ellos son un obstáculo para el desarrollo de los países. Ellos son negociados, cambiados o eliminados sin consideración alguna.
Las Patronas en estos años han recorrido un largo camino, 60 son las instituciones que las apoyan, atendiendo a esos pobres crucificados, curándoles las heridas y proporcionándoles prótesis para que mal que bien sigan caminando por la vida.
Son 400.000 migrantes anuales casi todos de Centroamérica los que atraviesan México. En los últimos años se cuentan más de 5000 muertos en este trayecto. Aquellos que logran llegar a la frontera del país soñado, tiene que pagar 5000$ si quieren pasar y sino el pasaporte es una maleta llena de droga.
Los migrantes no son tratados como personas sino como mercancía.  Así comienza una nueva tragedia.
En el mes de noviembre, las Patronas reciben otro tren, esta vez la mercancía es diferente, son las madres de esos migrantes que partieron de sus casas meses atrás y no han respondido a las oraciones.
Anoche tuvimos el privilegio de escuchar el testimonio de Norma en directo aunque realmente lo que escuchamos fue el Evangelio de Mateo 25,31-46: "Porque tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed, y me diste de beber; era forastero, y me acogiste; estaba desnudo, y me vestiste; enfermo, y me visitaste; en la cárcel, y viniste a verme".
¡Gracias Norma por ser tan grande!
¡Gracias Señor!
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Por Ángeles Mantecón
                                      Ángeles Mantecón y Norma, una de las Patronas

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