Los
distintos grupos y movimientos de la Parroquia de Santa Brígida celebraron este
sábado, día 15 de marzo, lo que pudiéramos llamar la “fiesta de la esperanza” y
que quisimos compartir con todos los que quisieron acompañarnos. Sin duda
alguna la Marcha-Concentración constituyó un claro éxito si tenemos en cuenta
que se celebró a mediodía del sábado, cuando muchas familias aprovechan para
llevar a sus hijos a la playa o a lugares de recreo. Más de un centenar de
personas, entre personas mayores, jóvenes y niños, pusieron la nota de color
por las calles centrales del pueblo. La Marcha, como estaba previsto, salió de
la Plaza de la Iglesia, encabezada por una gran pancarta con el lema “Para ti,
por ti... para todos”, portada por los más pequeños de la gran
familia parroquial. Detrás seguían el resto de los participantes portando
pancartas alusivas al acto, entregando octavillas y caramelos a lo largo del recorrido, hasta
llegar al “Parque de Enmedio”, junto al Mercadillo Municipal donde se aprovechó
la ocasión para hacer partícipe a todas las personas y visitantes que estaban
en el mercadillo para entregarles
centenares de botellas con un mensaje en su interior. Y con frases como
“El amor crece cuando se reparte”. Eran botellas que “lanzamos” en la orilla de
la Plaza de la Iglesia y que fueron a parar al Mercadillo, donde sus
destinatarios las abrían y descubrían el contenido de su interior.
Fue el acto
quizás más emotivo de la concentración, ya que entre otros mensajes, en el
interior de las botellas podía leerse mensajes como éste:
“En la Parroquia hay un sitio para
ti…
--Si te gusta trabajar con niños
--Si no sabes cómo canalizar tu
solidaridad
--Si crees que los mayores necesitan
tu apoyo
--Si quieres integrarte en un grupo de
jóvenes con valores
--Si quieres participar en la
realización de los actos
--Si tienes cualquier inquietud
religiosa, filosófica o personal
Acude a nosotros… porque de nada
sirve ser “luz” si no iluminamos el camino de los demás”.
Y así otros
mensajes que llegaron a personas de todo tipo, tanto un grupo de Boy Scouts
como extranjeros y personas de otras zonas de la isla de Gran Canaria.
No faltó la
alegría gracias al grupo de animación de la Parroquia. Allí se cantó, se jugó,
se bailó y por supuesto se comió un aperitivo preparado por la intendencia de
la Parroquia. Las fotos que acompañan esta información dan cumplida fe de lo
que allí se vivió y se experimentó. Toda la jornada, desde las 12,00 hasta las
14,00 horas, fue de color de esperanza como la canción que todos cantamos en
sana alegría y camaradería… “Saber que
se puede, querer que se pueda/ Quitarse los miedos sacarlos afuera/ Pintarse la
cara color esperanza/ Entrar al futuro con el corazón/.”
El centenar
largo de personas que participamos de la fiesta de la esperanza supimos “qué
hay en tu ojos con solo mirar, que estás cansado de andar y de andar y caminar,
girando siempre en un lugar”. También experimentamos que “las ventanas se
pueden abrir. Cambiar el aire depende de ti. Te ayudará, vale la pena una vez
más”. Y todo ello se aprende y se
experimenta ofreciéndose a colaborar con
la Parroquia y con el pueblo, siempre con color de esperanza.
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Por Sebastián Sarmiento Domínguez
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Fue el acto
quizás más emotivo de la concentración, ya que entre otros mensajes, en el
interior de las botellas podía leerse mensajes como éste:
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