El “Rancho de Ánimas” de Arbejales ha perdido a unos de sus
más destacados miembros, don Jesús Quintana Quintana quien fallecía el pasado
fin de semana en el Hospital General de Gran Canaria, “Doctor Juan Negrín”,
tras unas complicaciones respiratorias. Una pérdida irreparable para el
veterano conjunto del Rancho de Ánimas terorense, uno de los pocos grupos de
este género que junto al de La Aldea, quedan en Gran Canaria, fiel custodio de
la tradición oral de nuestro pasado. Susito Quintana, como popularmente era
conocido tanto en Santa Brígida como en el barrio terorense de Arbejales, era
“cantador” de esta agrupación de Ánimas, que siempre ha llevado el cante
cansino de sus miembros por todo el municipio de la Villa mariana y pueblos
limítrofes. Por ello, su fallecimiento ha sido recibido con gran tristeza en la
zona de medianías de la isla, en particular en Arbejales donde era muy conocido
y apreciado.
En palabras del estudioso de la Décima, el profesor de la
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Maximano Trapero, el Rancho de
Ánimas de Teror, como el resto de los que perviven tanto en Gran Canaria como
en Lanzarote y Fuerteventura, es una manifestación de religiosidad popular basada
en el canto de textos tradicionales o improvisados en favor de los difuntos de
la comarca terorense. “Para ello recorren cada año los distintos pagos del
municipio cantando en las casas donde ha habido un fallecimiento reciente,
siendo el rancho invitado para ello. Es un testimonio vivo de la creencia en el
Purgatorio y en el poder liberador de la oración”.
Es precisamente en los días previos a la Navidad y su octava,
en los que los miembros de este importante Rancho de Ánimas grancanario recorre
los diferentes barrios de la Villa interpretando sus canciones en memoria de
los fallecidos. Lo más característico de este Rancho es la música y los
instrumentos con que se acompañan así como el repertorio de textos que cantan,
“únicos en el panorama de la música tradicional oral en España”, al decir de
Maximiano Trapero. En definitiva que el objetivo principal del Rancho de Ánimas
es recaudar fondos para sufragar las misas de difuntos.
Y un gran animador de este grupo tradicional fue Susito
Quintana, quien hasta hace poco tiempo formaba parte de este Rancho de Ánimas
de Arbejales, siendo su “cantador de delante” hasta su fallecimiento. Hace dos
años se celebraba el centenario de la construcción templo del Sagrado Corazón
de Jesús de Arbejales, motivo que provocó la celebración de un Encuentro de
Ranchos participando en el mismo los existentes en la isla de Gran Canaria:
Valsequillo, La Aldea y Arbejales. Estuvieron presentes todos los miembros del
Rancho terorense, a excepción del ahora fallecido que se encontraba
convaleciente de una caída.
Susito Quintana, muy querido y apreciado en Santa Brígida,
donde vivía, nos ha dejado pero su recuerdo pervive en la memoria de todos los
satauteños por su dedicación al pueblo. Precisamente el próximo 17 de enero iba
a cumplir 90 años. Aparte de su dedicación al Rancho de Ánimas de Arbejales, D.
Jesús Quintana llevaba una actividad intensa en la Parroquia de Santa Brígida
donde colaboró durante muchos años, responsabilizándose de llevar la Comunión a
los enfermos de la Villa, siendo además miembro de la Adoración Nocturna
satauteña.
Damos nuestro pésame a todos sus familiares, en particular a
su hija Laura Quintana, profesora del CEIP “Juan del Rio Ayala”, y a su
ahijado, Juan de Dios Ramos Quintana, actual alcalde de la Villa mariana de
Teror. El cariño y aprecio que se le tuvo siempre a Susito Quintana quedó
patente en el acto religioso celebrado en la parroquia de Santa Brígida, que
presidió el ex párroco satauteño, ex Vicario de Pastoral de la Diócesis
Canariense y en la actualidad titular de la parroquia de Santa María de Guía,
Higinio Sánchez y en el posterior sepelio de sus restos en el cementerio
municipal satauteño. El sacerdote oficiante en el funeral, este pasado lunes,
insistió ante sus familiares y amigos que “debían sentirse orgullosos de Susito
Quintana. Fue siempre coherente con su Fe y servicial en todo momento con los
demás. Cuando estuve al frente de esta parroquia de Santa Brígida -agregó
Higinio Sánchez- le autoricé a llevar la Comunión a los enfermos del municipio,
responsabilidad que llevó a cabo con espíritu de servicio a la comunidad”.
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Por Sebastián Sarmiento Domínguez
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